Uno de los problemas que más mujeres sufren durante la lactancia materna es la aparición de una (o varias) mastitis.
¿Qué es la mastitis?
Es una inflamación del pecho que puede ir acompañada de infección o no. Aunque la mayoría (entre el 74% y el 95%) ocurren en las 12 primeras semanas de lactancia, pueden surgir en cualquier momento (incluso cuando han pasado años).
Causas de mastitis en la lactancia
Las principales causas se deben a obstrucciones de leche que no han sido resueltas o bien a disbiosis -bacterias que colonizan el pecho en mayor número de lo habitual- de la flora de la leche materna.
Hay que saber que no es lo mismo una obstrucción que una mastitis, aunque es cierto que las obstrucciones no resueltas pueden derivar a ella. Si eliminamos las obstrucciones a tiempo y de forma adecuada, evitaremos muchos problemas.
Las obstrucciones se ven como bultos localizados que pueden producir dolor pero que no provocan fiebre ni otro malestar y suelen ser sencillas de eliminar con una extracción frecuente y una buena técnica de lactancia.
Síntomas de mastitis
Dependiendo del tipo se pueden detectar una variedad de síntomas de mastitis. Lo más comunes son:
- Inflamación del pecho
- Endurecimiento
- Enrojecimiento
- Dolor
- Síntomas similares la gripe
- Pinchazos en la mama o escozor
Tipos de mastitis
Lo cierto es que no hay una clasificación oficial porque es un ámbito que está en constante estudio, pero popularmente se pueden clasificar entre no infecciosas e infecciosas.
Qué son las mastitis no infecciosas
Suelen ocurrir por un vaciado del pecho insuficiente y producen inflamación y dolor. Es un tipo de mastitis sin fiebre en la cual parte del pecho puede estar rojo, endurecido o hinchado. Además, como respuesta a la inflamación se abren los espacios intercelulares permitiendo el paso de más sodio y cloro a la leche, lo que cambia su sabor haciéndola más salada.
Es por esto por lo que algunos bebés rechazan el pecho con mastitis, porque no les gusta su sabor salado.
Para este tipo de mastitis en la lactancia el tratamiento suele ser un buen vaciado de pecho y en el caso de que haya dolor, el doctor suele recetar algún analgésico compatible (como ibuprofeno, por ejemplo).
En qué consisten las mastitis infecciosas
Como hemos comentado anteriormente, la mastitis en la lactancia puede presentar síntomas muy muy diversos dependiendo del microorganismo que lo provoque.
Dentro de las mastitis infecciosas también podemos encontrar varias clasificaciones:
- Las mastitis agudas son las clásicas que producen inflamación local (con dolor, enrojecimiento, etc.) acompañada de síntomas de gripe (cansancio, dolor muscular, escalofríos, malestar general o incluso fiebre). Este tipo es el más conocido, por tanto, es bastante sencillo de diagnosticar. Esta clase tiene un tratamiento con antiinflamatorios y/o antibióticos. Sin embargo, tan sólo representan entre el 10% y el 15% de las mastitis que sufren las madres.
- Las mastitis subagudas son las más frecuentes y sin embargo las menos diagnosticadas. Este tipo cursa con dolor, inflamación local (pero sin enrojecimiento), sensación de pinchazos en una mama o de escozor, sin síntomas de gripe y normalmente es otro tipo de mastitis sin fiebre. A veces no tiene ningún signo externo visible y esto dificulta su detección y otras veces la madre tiene un dolor moderado pero constante. Un dolor molesto pero llevadero que le hace pensar que es algo normal y por eso no lo resuelve.
- Algunos autores también hablan de las mastitis subclínicas, que serían muy parecidas a las subagudas, pero son mastitis con síntomas más leves.
Mastitis tratamiento durante la lactancia
¿Qué hacer ante una mastitis? La forma más correcta de tratar las mastitis infecciosas es mediante un cultivo de leche en el que se puede ver si hay o no una infección bacteriana y qué antibiótico será el más efectivo para tratar a la madre.
También hay varias cosas que se pueden hacer para mejorar la situación o curar la mastitis:
- Vaciado frecuente y completo del pecho. Si es posible es mejor que el drenaje del pecho lo haga el bebé, pero si la madre siente demasiado dolor, se puede hacer la extracción de leche materna de forma manual o con el Set de Lactancia con Extractor Manual Zero Zero que contiene todos los accesorios de lactancia que puedes necesitar, como un extractor manual, un biberón anticólicos Zero Zero con tetina de flujo adaptable, 3 bolsitas de almacenaje, crema reafirmante postparto y crema del pezón.
- Si se tienen grietas en el pezón o heridas, se pueden usar aireadores del pezón para evitar cualquier roce con el pecho o también aplicar la crema de Suavinex para las grietas que podrás encontrar online en nuestro Pack crema antiestrías embarazo y crema reafirmante.
- Tomar probióticos o alimentos fermentados (kefir, chucrut) ha ayudado a mejorar el problema en muchas mujeres.
- Acudir a un grupo de apoyo a la lactancia o solicitar la ayuda de alguna asesora de lactancia o IBCLC.
- Descansar lo máximo posible para poder recuperarse.
- Tomar el antibiótico adecuado y el antiinflamatorio que el médico haya recetado.
Mastitis. Cómo prevenirla
- Ofrecer el pecho a demanda sin intentar poner horarios o alargar las tomas porque se pueden producir obstrucciones en el pecho que deriven en una mastitis.
- Asegurarse que el niño tiene un buen agarre al pecho.
- No ofrecer otros alimentos, ni agua, ni infusiones, ni nada antes de los seis meses.
- Vaciar bien el pecho en cada toma.
- No usar sujetadores muy apretados o con aros que pueden producir una obstrucción en el pecho que derive en esta enfermedad.
- No utilizar la propia leche para curar las grietas de los pezones (en caso de tenerlas) porque podríamos extender la infección.
En cualquier caso, una mastitis es un problema de lactancia que tiene solución por lo que lo mejor, en caso de sospecha, es buscar asesoramiento experto y tomar los tratamientos para la mastitis necesarios para poder seguir disfrutando de tu lactancia.